Madrid tiene sus propias it girls.
No viven en Los Ángeles ni en el Soho, pero si te das una vuelta por el barrio de Justicia un sábado por la mañana, probablemente las veas: café en mano, gafas grandes, moño improvisado y ese look “no me he esforzado, pero sí” que todas quisiéramos dominar.
Son las chicas que saben exactamente dónde desayunar, qué filtro usar y cómo convertir un paseo por Malasaña en contenido.
El algoritmo las ama — o al menos eso parece.
Pero detrás de cada outfit of the day hay mucho más de lo que se ve en el feed.
El mundo de las redes es una jungla: saturada, cambiante, y llena de códigos no escritos. Lo que antes era espontáneo, ahora es estrategia. Lo que era “orgánico”, ahora tiene KPI. Y lo que parece “sin esfuerzo” suele tener más planificación que un desfile de moda.
Los datos no mienten
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El marketing de influencers se proyecta que alcance los 32.55 mil millones de dólares en 2025, frente a los 24 mil millones del año anterior. Influencer Marketing Hub
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En la plataforma Instagram se estima que el 30 % de los profesionales del marketing dicen que ofrece el mayor retorno de la inversión en campañas de influencers. Metricool+1
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En España, un estudio de IAB Spain reveló que el volumen de negocio del fenómeno influencer creció un 40 %respecto a 2023, alcanzando más de 207.000 creadores con +10.000 seguidores activos. Diario AS
Estos datos muestran que dominar las redes no es solo estar guapa o “tener seguidores”. Es un ecosistema complejo de relaciones, confianza, timing, nicho, y (sí) muchas horas de trabajo.
Bienestar, estética y autenticidad
Aun así, hay algo fascinante en estas mujeres que han convertido su día a día en inspiración. Las it girls madrileñas no solo marcan tendencia; también representan una forma de entender el bienestar moderno. Ya no se trata solo de la ropa o los restaurantes: se trata de equilibrio. De la copa de vino en Gabo’s, y de la clase de barre a las 9:00. De disfrutar el cuerpo, la mente y la estética sin culpa.
Y ahí, entre el matcha y el multitasking, entra TATI Granola.
Porque sí, también es parte del ritual: abrir una bolsa, oler la canela Blue Canela, servirla sobre un yogur frío o comértela a puñados antes de salir corriendo a la siguiente reunión. Es ese pequeño lujo del día que no necesita un filtro — ni un algoritmo.
Ser una it girl de Madrid hoy no es solo tener estilo.
Es saber mezclar el caos urbano con momentos de calma.
Es cuidar lo que comes, lo que compartes y lo que creas.
Y, si lleva granola Blue Canela, mejor todavía.